La moda ya no se paga como antes: cómo BNPL está transformando el consumo digital
Las reglas del juego han cambiado. Para muchas personas en México, tener acceso a crédito no es una opción, sino un laberinto. Si no tienes historial, no puedes acceder a financiamiento, si no accedes a financiamiento, no puedes generar historial, y sin historial, el sistema te sigue dejando fuera. Un efecto dominó que ha limitado la inclusión financiera y ha obligado a las nuevas generaciones a buscar alternativas más flexibles y accesibles.
De acuerdo con Lisset May, Vicepresidenta Senior de Ventas en Kueski, en un mundo donde el consumo ya no está definido por las reglas del crédito tradicional, el modelo “Compra Ahora, Paga Después” (BNPL) ha emergido como una solución que encaja con la nueva mentalidad financiera.
No se trata solo de una herramienta de pago: es una respuesta a una generación que prioriza la flexibilidad, el control y el acceso inteligente al consumo. Esta tendencia ha tomado especial fuerza en el comercio digital, donde la moda, la belleza y la tecnología han sido los sectores más beneficiados.
BNPL y moda: el match perfecto en la nueva era del comercio digital
El auge del BNPL no es casualidad, y mucho menos en la industria de la moda. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), la moda fue la categoría con mayor crecimiento en ventas online durante el 2023, con un aumento del 41%. Esta aceleración se debe, en gran parte, a la disponibilidad de métodos de pago más accesibles, donde BNPL juega un papel clave.
Para las marcas de moda y comercio electrónico, ofrecer opciones de pago flexibles no solo impulsa ventas, sino que también responde a los hábitos de consumo de las nuevas generaciones. En este sentido, las plataformas de moda han encontrado en el método de pago flexible un aliado estratégico para optimizar la experiencia del usuario y potenciar sus ventas. Algunos de los beneficios más destacados incluyen:
- Consumo estratégico, no impulsivo: Para muchos, pagar en plazos no es un gasto extra, sino una forma de organizar mejor su dinero.
- Acceso sin barreras: En México, más del 50% de la población no tiene acceso a servicios bancarios y cerca del 70% no cuenta con una tarjeta de crédito. El BNPL se ha convertido en una puerta de entrada al comercio digital, especialmente para quienes buscan opciones más seguras y transparentes.
- Sí tienen tarjeta de crédito, pero no la usan para todo: Muchos usuarios de BNPL sí cuentan con tarjetas de crédito, pero prefieren alternativas que les permitan tomar el control de sus finanzas, sin comisiones, sin costos ocultos y con una experiencia digital optimizada.
- El ticket promedio aumenta, pero también la confianza: Marcas de moda han reportado que sus clientes gastan más cuando tienen la opción de diferir pagos, pero no porque compren más de lo que pueden pagar, sino porque se sienten cómodos invirtiendo en piezas de mayor valor sin comprometer su liquidez.
“La forma en que consumimos está cambiando: hoy buscamos experiencias más personalizadas y alineadas con nuestro estilo de vida. BNPL nos da la posibilidad de disfrutar el presente sin descuidar el futuro, accediendo a lo que realmente queremos de manera inteligente y sin preocupaciones” explica Lisset May, Vicepresidenta Senior de Ventas en Kueski.
Moda, BNPL y el futuro del consumo digital
Hoy, la moda no solo es lo que llevas puesto, sino cómo eliges pagarlo. Con BNPL, las marcas pueden ofrecer opciones accesibles sin afectar la experiencia del usuario, y los consumidores pueden acceder a lo que realmente quieren sin comprometer su estabilidad financiera.
La confianza en los métodos de pago también ha crecido. De acuerdo con datos de Kueski, el 80% de los comercios afiliados afirman que su credibilidad aumentó al incorporar Kueski Pay como método de pago, demostrando que ofrecer opciones BNPL no solo mejora la experiencia de los compradores, sino que también fortalece la confianza en las marcas.
A medida que el comercio electrónico sigue evolucionando, el BNPL no es solo un método de pago, sino un reflejo del cambio generacional en la relación con el dinero. Porque consumir ya no se trata solo de comprar, sino de hacerlo con inteligencia y sin barreras.